Esta bonita finca madrileña construida en 1940 esconde un pisito que me dejó boquiabierta con sus suelos de madera y sus altos techos con las vigas a la vista. Situado en la segunda planta, en su interior esconde un pequeño pero encantador tesoro. Lo que más me gustó fue la luz natural que llega a todos los rincones del piso, me sentí como en casa desde que entré. Es una opción perfecta para un nuevo comienzo, un punto de partida para empezar nuevas etapas pero, también, para disfrutar de tu hogar en la capital.
Este piso de 53m2 completamente renovado se sitúa en Madrid, en una segunda planta en una finca con mucho encanto. Tiene un dormitorio exterior, salón comedor con balcón y un baño. La cocina es abierta y está totalmente equipada. El piso está a estrenar, con suelos de madera de pino y completamente amueblado. Cuenta con aire acondicionado y calefacción y la finca tiene ascensor.
¡Os encantará!